Tanto la Federación Española de Clubs (FECF) como la Unión Española de Clubs (UECF), trataron de convertirse en los representantes del balompié español. El 29 de noviembre de 1912, los clubes disidentes fundaron la «Unión Española de Clubs de Football» (UECF) en San Sebastián. En la asamblea celebrada en mayo de 1912, el Barcelona anunció su marcha de la Federación; le secundaron otros clubes barceloneses como el Sabadell, el Badalona, el España de Barcelona o el Internacional, así como tres clubes guipuzcoanos: Irún, Real Sociedad y Vasconia.
