Lo kitsch se dedica a dar al público lo que quiere y no atiende a criterios del arte, sino a los criterios de la demanda y el mercado. Lo que es comercializado es un arte que no cambia y que es formalmente incoherente, tercera equipacion real madrid pero que sirve para dar a la audiencia ocio y algo que mirar. Los marxistas suponen que entonces existe una separación entre la situación verdadera y su fenomenología.
