Así como en Espartaco hemos dado ejemplos de organización popular dentro del fútbol, como el caso del Corinthians y la Democracia Corinthiana, debemos decir que durante la II República Española, el Real Madrid, el club más ganador de Europa, quitó su título de nobleza y se llamó Madrid CF a secas, de acuerdo a una organización republicana, de izquierda y popular. La Policía requisó hasta 66 camisetas en la oficina de 198 (Uno Nueve Ocho, la marca bajo la que se crearon) debido a que el imputado, Eduardo Garrido, es uno de los fundadores de Fomento de la República a través del Fútbol (F.R.F), además de administrador único de 198. El valor de las pérdidas que le habría originado al club blanco fue calculado por la propia Policía en 2.940 euros. La respuesta del magistrado en la primera denuncia del club fue contundente, acusando a la entidad de Chamartín de querer apropiarse de la marca ‘Madrid’ y de «un desconocimiento del significado diferencial entre Monarquía y República». Para aquel entonces, la milicia republicana se había asentado en el antiguo campo de Chamartín (el estadio anterior al mítico Santiago Bernabéu) conformando así el Batallón Deportivo, una facción del Frente Popular integrada exclusivamente por deportistas de toda índole: futbolistas, boxeadores, ciclistas e incluso árbitros.
Madrid se había convertido en la cuna del antifascismo y el equipo de la ciudad ya pertenecía al Frente Popular, obteniendo el apoyo y la simpatía de la izquierda internacional, claras muestras de haber tomado forma una nueva identidad que borraba todo tipo de simbología monárquica. Félix Quesada, defensor del equipo entre 1922 y 1936, participó en el Batallón Deportivo. La liga de fútbol fue suspendida durante el conflicto bélico, sin embargo, el equipo disputaba partidos a beneficio del bando republicano en su propio estadio, que a su vez era utilizado como centro de acuartelamiento miliciano. Antonio Ortega, quien fue presidente del club durante la Guerra Civil, también fue fusilado, en 1939, siendo coronel del ejército republicano. La Guerra Civil estalló tras el intento fallido de Golpe de Estado contra la República, en julio de 1936. Para agosto, el club había cedido su junta directiva a Juan José Vallejo y la Federación Deportiva Obrera. El presidente madri -leño en esos años, Rafael Sánchez Guerra, había asumido su mandato en 1935, y al año siguiente, tras estallar la Guerra (valga la redundancia con su apellido) cedió su poder a un comité de socios a manos de la Federación Deportiva Obrera. El club no levantó otra Copa hasta 1946 y no ganó una Liga hasta 1954. Decir que el Real Madrid fue uno de los represaliados por el régimen es excesivo, pero resulta evidente que también salió perdedor de la Guerra.
Durante la II República Española (1931-1939) y el posterior desenlace de la Guerra Civil (1936-1939), con el fusil en la mano y la franja morada en el corazón, el club que reina las competencias europeas y mundiales desde hace décadas, supo formar un foco de resistencia republicana. Luis Regueiro, estrella del equipo durante cinco temporadas y capitán de la Selección que disputó el Mundial de Italia de 1934, no volvió a jugar en el Real Madrid tras la guerra, tampoco su hermano Pedro. Durante la contienda, Luis Regueiro jugó con la Selección de Euskadi que recorrió Europa para recaudar fondos para los refugiados vascos y la República. Durante la temporada 1925-26 se produjo el primer y único gran cambio en la vestimenta. Los antecedentes de este derby tiene su origen durante la década anterior a surgir el fútbol profesional en Colombia, ambos equipos eran muy reconocidos en el ámbito futbolístico bogotano y nacional. En la complicada ecuación del ‘merchandising’ cabe destacar otro elemento imprescindible: las falsificaciones provenientes de las fábricas chinas, cuya influencia es detestada por las empresas fabricantes, como es fácil imaginar, pero sobre cuya incidencia no se ponen de acuerdo las diversas fuentes consultadas para este reportaje (que hablan a condición de anonimato, por tratarse de información reservada; pese a los repetidos intentos de este periódico por contactar con Adidas, equipacion real madrid 2022 no ha sido posible comunicar con la filial española de la empresa alemana).
Varios son los ejemplos que muestran la relación del Madrid CF con el bando republicano. El Real Madrid ha decidido seguir con su ofensiva incluso a pesar de una oferta de Garrido, que propuso destruir el material incautado y parar la venta de las camisetas a cambio de la retirada de la denuncia. Eso es lo que le ha pasado a un aficionado al fútbol de la Real Sociedad. Eso sí, que nadie dude de que en cada aniversario de la proclamación de la Segunda República algún fantasma de blanco brinda por la franja morada. Santiago Bernabéu, un monárquico poco afecto al franquismo, inició la reconstrucción pero no retiró la franja morada del escudo, ni renegó del carácter popular de la masa social del club. Las razones que aporta el Real Madrid para continuar con el proceso son las mismas que la originaron: «Esto no es una parodia, ni una reivindicación política, es un negocio a costa del Real Madrid».
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